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Divorcio o separación

¿Qué me conviene más, divorcio o separación? ¿En qué se diferencian? Le explicamos de manera sencilla todo lo que debe saber sobre separación y divorcio

Existe un cierto desconocimiento y no pocos bulos al respecto de las razones para decantarnos por divorcio o separación como la solución óptima para solventar una ruptura del matrimonio.

Vamos a intentar en este artículo explicar las diferencias reales entre ambas figuras jurídicas. Una vez lea estas líneas podrá elegir sin dudas ni errores sobre qué procedimiento es el que quiere decantarse.

La razón de ser de la separación

No podremos entender las sutiles diferencias entre divorcio o separación si no entendemos las causas por las que se crearon ambos procesos.

Cuando a finales del siglo pasado se reguló el divorcio en nuestro país, y a fin de alcanzar acuerdos con los sectores más conservadores y por ende poco proclives a legislar sobre la ruptura del vínculo conyugal, se establecieron una serie de límites y requisitos a la posbilidad de los esposos de dar por finalizado su matrimonio.

Así, por ejemplo, y salvo rupturas consolidadas en el tiempo, era preciso que previo a solicitar el divorcio los cónyuges se separaran legalmente, y que dicha separación durara un año como mínimo.

Se trataba, en el fondo, de crear una figura jurídica que propiciara una ruptura temporal tras la cual cupiera la posibilidad de que el matrimonio se reconciliara. Así, por mor de la separación cesaba la obligación de vivir juntos, pero en cambio el vínculo conyugal seguía en vigor e impedía la celebración de nuevas nupcias para los separados.

Históricamente la separación fue un rotundo fracaso, en el sentido de que los porcentajes de reconciliaciones fueron paupérrimos. En la siguiente reforma del código civil se permitió a los cónyuges solicitar el divorcio directamente.

No obstante, y contra todo pronóstico, la reforma no acabó con la separaciones, por lo que aún hoy las parejas casadas pueden optar entre divorcio o separación.

Diferencias entre divorcio y separación

Las diferencias básicas a la hora de escoger entre divorcio o separación son tres.

La primera tiene que ver con los bienes y deudas del matrimonio. Tanto el divorcio como la separación provocan el efecto de disolver la sociedad de gananciales: esto es, lo que cada uno ingrese o deba con posterioridad al divorcio o la separación será -o lo deberá- él, y no su ex.

Pero en cambio la separación no permite liquidar la sociedad de ganaciales. Dicho de otra manera, los bienes adquiridos y las deudas contraídas durante el matrimonio y hasta la separación no se pueden repartir entre los cónyuges, cosa que sí permite el divorcio.

Por concretar, la separación permite disolver los gananciales (que dejan de existir a contar desde el momento en que la sentencia es firme, lo que conlleva que lo que ganen o deban en adelante será suyo o debido exclusivamente por ellos), pero no permite liquidar la sociedad de gananciales, esto es, repartir los bienes y deudas que se acumularon durante el matrimonio.

La otra diferencia entre ambas figuras ya la apuntamos antes: La separación no extingue el vínculo conyugal, por lo que los esposos separados no pueden volver a contraer nupcias con terceros.

Pensión de viudedad, la sutil diferencia entre divorcio o separación

La tercera diferencia entre separación y divorcio la estudiamos aparte. Básicamente por dos motivos: porque no es en sí una diferencia, sino la consecuencia de una de las dos ya analizadas. Y porque realmente es la que presenta alguna utilidad que justifique la permanencia de esta figura jurídica en nuestro ordenamiento.

Veamos: con la legislación actual tienen derecho a la pensión de viudedad aquellas personas separadas o divorciadas en cuya sentencia consten como perceptoras de una pensión compensatoria, y como máximo por el mismo importe.

Hasta aquí no vemos ninguna diferencia entre divorcio o separación.

Pero ahora viene el matiz: si el difunto celebró unas segundas nupcias, la pensión de viudedad se reparte entre el cónyuge supérstite y la anterior pareja (siempre que ésta a su vez no se haya vuelto a casar)

Por lo tanto, al separarnos y no divorciarnos evitamos que nuestro ex se vuelva a casar y -para el caso de que se dicte a nuestro favor una pensión compensatoria- nos aseguramos de que percibiremos el cien por cien de la pensión de viudedad con el único límite de la cuantía fijada en sentencia para la compensatoria.

Similitudes entre separación y divorcio

Por lo demas, separación o divorcio son figuras indistinguibles. Los procedimientos para obtener la sentencia son iguales, y en ambos casos se tratan las mismas cuestiones (pensión de alimento, compensatoria, atribución del domicilio conyugal o de la guarda y custodia de los niños, etc)

Por supuesto, cabe culminar un procedimiento de separación y, pasado el tiempo, iniciar uno de divorcio.

No obstante, como decimos, la figura de la separación es hoy por hoy casi residual, y no llega ni al dos por ciento de los procedimientos de familia iniciados.

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